martes, 16 de marzo de 2010

“Lechuza” Córdoba… lució su estilo de juego

Transcurrieron muchos años, dos décadas, diría, en los cuales veía y admiraba el prolijo estilo de juego de un buen futbolista que se destacó, especialmente, defendiendo los colores de dos equipos de primera división que intervenía en los torneos de la Liga Catamarqueña.
Amigo lector, en esta oportunidad me referiré a ese recordado marcador de punta que se consagró cuando integraba los primeros equipos de Tesorieri, San Lorenzo de Alem y Seleccionado de Fútbol de nuestra Provincia: Alberto Victorino Córdoba. Este muchacho bueno, leal compañero y amigo, respondía a un cariñoso mote con que se lo identificaba en el ambiente futbolero de nuestro medio: “El lechuza” Córdoba, cabe aclarar que ese apodo nada tiene que ver con la figura del animalito nocturno, sino que a él no le gustaban los “bullicios” y “alborotos”, ni hacer callar a nadie, se muestra como un hombre sereno y amante de la paz. Este sobrio jugador cumplió una campaña deportiva digna de elogios. Sus inicios con la de “gajos” se produjo en plena niñez, en su incipiente juventud. Jugaba en aquel equipo de Correos y Telecomunicaciones que también participaba en los campeonatos de la liga local. Su actuación en dicho equipo fue efímera, en poco tiempo, posteriormente un amigo suyo –gran personaje del barrio, el “Pepitero” Molina- le propuso incorporarlo a la segunda división del club Obras Sanitarias que, en ese entonces, también estaba afiliado a la Liga local, jugó en un breve período. Posteriormente viajó a la Metrópoli, a la gran “urbe”, y a través de serios contactos logró ingresar a las filas del Club Chacarita Juniors (los “funebreros”). Allí conoció a ese erudito de buen fútbol, al director técnico de las divisiones inferiores que fue don Jim López. En esa institución aprendió técnica para consolidar su juego, razones que le valieron el aprecio y la consideración del entrenador. Lógicamente que en el fútbol profesional existen serias reglas de juego que se deben cumplir a rajatabla, haciéndose extensivo hasta las divisiones inferiores, severo entrenamiento y cuidado personal son algunas de las obligaciones que debe observar quien pretenda triunfar en el fútbol grande. Estas normas fueron cumplimentadas por nuestro entrevistado mientras estuvo en el club de referencia. No obstante ello, el recuerdo de sus seres queridos y la nostalgia de sus amigos y compañeros que quedaron en Catamarca, los “picados” en la canchita del “arroyo”, fueron suficientes motivos valederos para disponer el retorno a su tierra querida, quizás, en esa decisión se acordó de la letra y música de la zamba de don Polo Giménez: “…volvamos pa' Catamarca…”.
Producido el retorno a nuestra provincia, se incorporó al club de sus “amores”, el Américo Tesorieri, donde cumplió una brillante campaña; tuvo compañeros a verdaderos cracks como lo fueron: el “Ratón” Nieto, “Quito” Cuello, René Juárez, el “Oreja” Pérez, “Agayoba” Iriarte, el “Piji” Villafañe, Martín Jodar, “Chacarero” Varela, Lindes, y otros.
Poco tiempo después, San Lorenzo de Alem lo invitó a formar parte del primer equipo contando con el pase previo. En 1969 ganaron el campeonato de ascenso a 1ra. división cumpliendo una memorable campaña. Esa escuadra estaba compuesta por: Miguel Cancino, “Nene” Medina, “Jabalí” González, “Motoneta” Toloza, “Bolsa” Bazán”, “Changuito” Bracamonte, Moya, el “Arazana” Brizuela, “Gallego” Frías, “Perro” Parodi, y otros. Como DT condujo al equipo de los “Alemanes de los ojos azules” (apodo que le puso aquel alegre personaje del barrio: el “Bochinche” Segura)- a la obtención del petit torneo para intervenir -más tarde- en el campeonato regional que hacía disputar la AFA. Cabe recordar que este inquieto y entusiasta deportista también supo dirigir a la primera división del Club Atlético Independiente de San Antonio de la Liga Chacarera. Pero la nota más saliente de su trayectoria como jugador de fútbol -estimo- se concretó cuando fue convocado por las autoridades de la Liga Catamarqueña para integrar su primer equipo representativo junto a: “Palito” Guzmán, Alberto Rodríguez, “Mortadela” Burgos, “Poroto” Cuello, “Lucho” Toloza, René Juárez, Reyes Moreno, Osmar Rodríguez, Oscar Agüero, “Coyoyo” Vega y el “Loco” Ríos. ¡Qué “Nenes! ¡Cuánta categoría junta! Estilo del “Lechuza” Córdoba, como yo lo vi.
El puesto donde más brilló en todos los equipos en que jugó fue el de marcador de punta izquierda; tenía un físico bien formado, trabajado, con mucha gimnasia de por medio, de potente shot, “pícaro” en el anticipo y quite de pelota, de rápida recuperación. Con el correr de la lucha, se convertía en un elemento de constante apoyo a sus delanteros y “rueda” de auxilio para el compañero en apuros, enemigo de la gambeta, prefería hacer la jugada del recordado Luisito Pentrelli: del “toco y me voy”, creando nuevos espacios; fue un magnífico defensor. Dejado el fútbol, la Liga Catamarqueña de Fútbol le brindó una distinción plasmada en un hermoso diploma que reza: “1916 – 1997. Diploma de honor. Distinción al señor Alberto Victorino Córdoba, quien actuó como jugador en el Club Deportivo Américo Tesorieri período años 1960-1970. S.F.V.Catamarca, 19.07.97. Firmado: Lic. Ramón R. Maizá – Secretario, Arq. Fernando Rivera- Presidente". ¡Algo para recordar! ¡Imposible olvidar!
El día sábado 20.02.10 mantuvimos una cordial entrevista, donde le requerimos algunas opiniones respecto del futbol actual de nuestro medio, y esto nos dijo: “Nuestro fútbol está pasando por un momento difícil; hoy se recurre a técnicos foráneos para dirigir a equipos de 1ra. División para mejorar el rendimiento, los resultados están a la vista, nada positivo se consigue, no hay planificación ni material suficiente, llámese balones, botines, canchas para la práctica del juego, todos convergen en el estadio de la Liga, así no se puede”. Seguidamente sentenció: “Ocurre algo muy grave, no se atiende como es debido a los chicos de las divisiones inferiores; los clubes se conforman con armar sus equipos y mandarlos a competir, no se sabe si los pibes están aptos de salud para la práctica del juego que los apasiona”. ”Hoy ya casi no se juega al fútbol ni se protege al jugador habilidoso, ahora se recurre a la violencia, a 'meter' y 'pegar patadas', y para colmo de los malos ejemplos, los jugadores reclaman constantemente, con gestos repudiables, e insultan a los árbitros por los fallos sancionados, ¿esto se puede tolerar? Rotundamente digo ¡No! ¡Cuánto te extraño Castrilli!”.
Finalizando esta breve entrevista, “El lechuza” Córdoba nos pide hagamos público el reconocimiento a jugadores que, con sus honestos procederes, enaltecieron esta hermosa disciplina deportiva: “Carlitos López, Luisito Suárez, 'Tigre' Díaz, 'Yareta' Salcedo, 'Chueco' Ávalos, 'Palanganita' Oliva, 'Quito' Cuello, Libio Bustamante, y una especial recordación a ese grande del futbol de Los Ejidos: el 'CHULO' GRIMA”, algunos ya no están en este mundo. En tal sentido le quiero recordar a este buen amigo que el suscripto, por medio de EL ANCASTI ya le hizo, en su oportunidad, a cada uno de ellos –excepto a Grima- el homenaje “in vitam” y que en nada desmerece ni subestima, la sentida evocación de “Cordobita”.
Coincido totalmente con las reflexiones expresadas por este correcto futbolista.

José “Pepe” Bustos
Diario El Ancasti, 16 de marzo de 2010

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